Desde hace años tengo un verdadero dilema en la cabeza, sobre si se debe apoyar al deporte profesional desde las instituciones o no. Hace años que desapareció el Cáceres Club de Baloncesto, equipo que contó sobre todo en sus inicios con el apoyo de todas las Instituciones posibles. Al llegar a las cotas más altas del deporte nacional consiguió que gran cantidad de cacereños y extremeños se preocuparan, y se aficionaran a este deporte, pero no solo como espectadores, también como deportistas, podías ver a un gran número de cacereños jugando con las camisetas de sus ídolos locales. En un momento dado se pensó que el dinero que se destinaba al deporte de elite debía ser destinado a promocionar el deporte de base.
Me sigo preguntando: ¿qué hace más efecto a la hora de promocionar el deporte de base?: ¿apostar económicamente por él o contribuir a que los clubes grandes se puedan mantener en categorías altas y así servir de reflejo a los más pequeños?
2 comentarios:
Yo no tengo dudas al respecto: Deporte de Base siempre.
El deporte de élite hoy dia no es deporte, es un negocio que mueve demasiado dinero. Solo hay que ver la de leches que se dan los grandes magnates para presidir clubes como el Madrid o las leches que se pueden llegar a dar los caciques de turno para dirigir pequeños equipos "de provincias".
El dinero de las instituciones debe ir antes a un polideportivo para cada barrio que un super estadio con un equipo en primera.
Es una consideración mu güena, mu apropiada, mu inteligente, como todo lo que escribes, oh, César. Loado sea el día en que decidiste trabajar en esto y dedicar tu valioso tiempo en reflexiones que nos hacen a todos mejores, muchísimo mejores, infinitamente mejores... Pero creo que se deslizó una errata, no debe ser deporte de base, sino de fase, de fase con efe, fase primera claro, que es la que está en la base pa aluego la competencia y la competitividad y las ligas, los enfrentamientos, las medallas, y, en fin, todo eso que prepara y habitúa a los hombres a ser lobos para ellos mismos, la competitividad, ese gran motor de la humanidad libre. Que está mu bien, y es mu güena pa to el tinglao y sus valores sempiternos... Te felicito y te facilito.
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