Una larga etapa de mi vida la he pasado asistiendo a campamentos durante el verano, en ellos he aprendido a compartir experiencias, he aprendido a comprometerme con la sociedad y sobre todo, me lo he pasado muy bien.
Hace varios años que no pisaba un campamento, lo hice de forma ininterrumpida desde los 7 a los 25 años, asistiendo de acampado, de monitor y de director. En ellos he tenido buenas y malas experiencias, estas últimas han sido las mínimas. Me he encontrado y he compartido momentos con mucha gente, muy variada, como Laureano León, con el que me he vuelto a encontrar en La Asamblea de Extremadura, con Jandro, que después de muchos años y después de compartir con él responsabilidades en la gestión de una Asociación, me he enterado que estuvimos juntos en un campamento hace muchos años. Compartí experiencia con amigos que hoy ya no se encuentran entre nosotros, he conocido gran parte de la geografía extremeña y a sus gentes gracias a los campamentos, he conocido muchos lugares gracias al Grupo Scout al que pertenecía, he vivido experiencias que de otra forma no lo hubiera hecho.
Hace varios fines de semana he tenido la oportunidad de visitar un campamento y pasar la noche en él, he disfrutado de las actividades integrándome como uno más, volviendo a recordar como en un campamento uno se olvida de las cosas triviales del día a día y todo el estrés acumulado lo eliminas en unas horas.
Hace varios años que no pisaba un campamento, lo hice de forma ininterrumpida desde los 7 a los 25 años, asistiendo de acampado, de monitor y de director. En ellos he tenido buenas y malas experiencias, estas últimas han sido las mínimas. Me he encontrado y he compartido momentos con mucha gente, muy variada, como Laureano León, con el que me he vuelto a encontrar en La Asamblea de Extremadura, con Jandro, que después de muchos años y después de compartir con él responsabilidades en la gestión de una Asociación, me he enterado que estuvimos juntos en un campamento hace muchos años. Compartí experiencia con amigos que hoy ya no se encuentran entre nosotros, he conocido gran parte de la geografía extremeña y a sus gentes gracias a los campamentos, he conocido muchos lugares gracias al Grupo Scout al que pertenecía, he vivido experiencias que de otra forma no lo hubiera hecho.
Hace varios fines de semana he tenido la oportunidad de visitar un campamento y pasar la noche en él, he disfrutado de las actividades integrándome como uno más, volviendo a recordar como en un campamento uno se olvida de las cosas triviales del día a día y todo el estrés acumulado lo eliminas en unas horas.
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