Hoy se inaugura el tramo de autovía entre Cáceres y Cañaveral, Cáceres estará unida a Plasencia por autovía, esta además nos permitirá ir hasta Madrid incrementando el recorrido en tan solo 5 Km. A partir de ahora para ir a Plasencia no tendremos que pasar por las curvas del Tajo, curvas muy temidas por todos los viajeros que teníamos que circular por esta carretera, pero este momento ha llegado después de una gran cantidad de dificultades y de acontecimientos inesperados.
La autovía entre Cáceres e Hinojal lleva mucho tiempo terminada y no se ha podido utilizar hasta ahora, concluía en mitad del campo y no existía ningún enlace con una carretera que pudiese absorber con las necesarias condiciones de seguridad el tráfico existente. ¡Qué magnifico el ministro al que se le ocurrió la magnifica idea de licitar los dos tramos con 1 año de diferencia!, menos mal que abandonó la política por las faldas.
Bueno, a lo que íbamos, creo que al final nos dará pena no pasar por las curvas de Tajo, recordaremos con nostalgia cuando circulábamos por ellas, deseosos por llegar al cruce de Garrovillas y empezar a adelantar como locos, como si nunca lo hubiéramos hecho, como si fuera un placer irrepetible. Creo que aunque tengamos autovía, de vez en cuando desearemos volver a las curvas, para sentir ese placer máximo, encontrarte con colas y colas de turismos, de camiones y no poder adelantar durante un largo recorrido.
Esperemos que los puentes aguanten, porque sino al final tendremos que desviar el trafico por el puente de Alcántara, porque los puentes realizados por los romanos aguantan siglos y siglos sin inmutarse.
La autovía entre Cáceres e Hinojal lleva mucho tiempo terminada y no se ha podido utilizar hasta ahora, concluía en mitad del campo y no existía ningún enlace con una carretera que pudiese absorber con las necesarias condiciones de seguridad el tráfico existente. ¡Qué magnifico el ministro al que se le ocurrió la magnifica idea de licitar los dos tramos con 1 año de diferencia!, menos mal que abandonó la política por las faldas.
Bueno, a lo que íbamos, creo que al final nos dará pena no pasar por las curvas de Tajo, recordaremos con nostalgia cuando circulábamos por ellas, deseosos por llegar al cruce de Garrovillas y empezar a adelantar como locos, como si nunca lo hubiéramos hecho, como si fuera un placer irrepetible. Creo que aunque tengamos autovía, de vez en cuando desearemos volver a las curvas, para sentir ese placer máximo, encontrarte con colas y colas de turismos, de camiones y no poder adelantar durante un largo recorrido.
Esperemos que los puentes aguanten, porque sino al final tendremos que desviar el trafico por el puente de Alcántara, porque los puentes realizados por los romanos aguantan siglos y siglos sin inmutarse.
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